En la radio, en internet, bajo publicidad abierta o en supuestos artículos de blogs no patrocinados donde alguien te explica lo maravilloso que es recuperar dinero de tus compras… En los últimos años, es muy probable que hayas usado o escuchado algo sobre el cashback.
Siendo sinceros, las palabras que estás leyendo ahora mismo las escribió alguien con una naturaleza medio escéptica, especialmente cuando un producto financiero se anuncia como la panacea: puras ventajas y cero broncas. Por eso, cuando hace unos días me topé (por trigésima vez) con una recomendación del algoritmo sobre las maravillas del mismo, decidí investigar a fondo, intentando dejar de lado mi desconfianza. Al final del día, que algo suene sospechoso no siempre significa que sea malo, ¿verdad?
Tabla de contenidos
¿Qué es el cashback?
Primero que nada, hay que dejar claro qué es el cashback y cómo funcionan las tarjetas que lo ofrecen. Aunque ojo, no siempre el cashback está ligado a una tarjeta (física o virtual); también puede estar asociado a cuentas en sitios de compras en línea o ser simplemente una app.
El cashback, que en español se podría traducir como “devolución en efectivo”, es una funcionalidad que existe desde hace rato, pero que en los últimos años se ha puesto de moda en el mercado. Hoy por hoy, casi todos los bancos que emiten tarjetas tienen una opción con cashback.
Este artículo habla del cashback como la función que te regresa un pequeño porcentaje de dinero por las compras que haces.
El otro cashback
Ojo, que no hay que confundirse: algunos comercios también ofrecen la opción de retirar efectivo al pagar con tu tarjeta (por ejemplo, si haces una compra de $400 pesos y pagas $500, te dan $100 en efectivo). Aunque ambos fenómenos se llaman cashback, no son lo mismo.
¿Cómo funciona el cashback?
En la práctica, puedes pensar en las tarjetas con cashback como una variante de las tarjetas con descuentos. La diferencia principal para ti está en cómo recibes ese beneficio.
Por ejemplo, si compras algo con una tarjeta de descuentos y te aplican un 3% de descuento en una compra de $1,000 pesos, pagarás $970 al momento. Pero si haces esa misma compra con una tarjeta de cashback, pagarás los $1,000 completos y luego te reembolsan $30 en tu cuenta.
En ambos casos terminaste pagando $970 por el producto, pero es probable que algunas personas prefieran la segunda opción porque sienten que están “ganando” algo después de la compra.
Eso sí, hay tarjetas de cashback que no te devuelven el dinero directo a tu cuenta, sino que lo mandan a otros productos financieros, como tu línea de crédito, una cuenta de ahorro virtual, un plan de retiro o incluso te lo convierten en un cupón para futuras compras en el mismo comercio o en tiendas asociadas.

¿Cuánto tardan en darte el cashback?
El dinero que acumules en cashback no se te devuelve de inmediato. Generalmente, las entidades financieras procesan estos reembolsos de forma mensual (aunque algunas lo hacen semanalmente), así que recibirás el dinero al mes siguiente de haber hecho las compras que lo generaron.
Si usas una tarjeta de débito, esta función trabaja más como un descuento diferido. Pero si hablamos de una tarjeta de crédito, normalmente el dinero se descuenta del saldo que debes. Aquí te conviene revisar si ese descuento se aplica a la deuda del mes actual o del siguiente, porque si te pasas del límite de crédito podrías acabar pagando intereses innecesarios.
¿Dónde está la clave?
Una gran pregunta que deberías hacerte cuando alguien te ofrece un servicio que en teoría es gratis (o incluso te hace ganar dinero) es: ¿qué gana la empresa con esto? Sólo así puedes entender si realmente vale la pena.
En el caso del cashback, las ganancias para las empresas nos dan muchas pistas sobre este modelo de negocio. Hay varios esquemas relacionados con este sistema, y dependiendo de cuál sea, las ganancias pueden venir de distintos lugares. Veamos las principales.
Competencia entre empresas
Este es uno de los motivos más comunes. Por ejemplo, hay bancos como BBVA o Citibanamex que tienen programas vinculados a ciertas cadenas de tiendas o servicios. Si tienes una tarjeta con cashback de Citibanamex, tal vez te den un 3% de devolución en ciertas gasolineras, como Shell o Mobil.

¿Cómo ganan estas empresas? Logrando que los bancos les manden clientes. Si tienes cerca una gasolinera Mobil y una Pemex, pero con Mobil te regresan el 3% de tu compra, seguramente prefieras cargar gasolina ahí.
Además, muchas veces el porcentaje de cashback disminuye con el tiempo. Por ejemplo, al principio pueden ofrecer un 5% de devolución para atraer clientes, pero después de un tiempo bajan el porcentaje al 3% o menos.
Comisiones entre empresas
Otro modelo común es el de las comisiones. Siguiendo con el ejemplo de las gasolineras, puede que Mobil pague una comisión a Citibanamex por cada cliente que usa su tarjeta de cashback. En otras palabras, el descuento real que ofrece Mobil tal vez sea del 4%, pero de ese porcentaje, el banco se queda con el 1% como comisión.
Esto también sucede en las compras en línea. Por ejemplo, si compras en una tienda como Liverpool a través de una app de cashback, es probable que Liverpool pague una comisión a la app por haberte llevado como cliente.
Incentivar el consumo
Las empresas también ganan porque los programas de cashback te hacen sentir que recuperas algo por tus compras, lo que te motiva a gastar más. Por eso muchas tarjetas con las que recuperas dinero en tus contras son de crédito: así gastas más y, si no puedes pagar el total al final del mes, terminas pagando intereses.
Costos asociados a la tarjeta
Aunque no siempre es el caso, muchas tarjetas de crédito con cashback tienen costos de mantenimiento anuales. Así, el banco ganaría dinero tanto por esos costos como por los intereses de tu línea de crédito.

La diferencia con los descuentos
Por último, es importante aclarar la diferencia entre cashback y descuentos. Cuando te ofrecen un descuento, el dinero que ahorras queda disponible de inmediato, pero con el cashback, el banco puede usar ese dinero durante un tiempo antes de regresártelo.
Por ejemplo, si una tienda te ofrece un 5% de descuento directo, el banco no puede tocar ese dinero. Pero si ese 5% es cashback, el banco puede invertirlo o usarlo de otras maneras antes de abonarlo a tu cuenta.
Conclusión
El cashback puede ser interesante como una forma de obtener descuentos diferidos, pero nadie regala dinero por nada. Aunque la competencia entre bancos y comercios puede beneficiarte como cliente, la realidad es que el cashback no te hará rico ni te ahorrará cantidades significativas.
Especialmente debemos tener cuidado si vemos un cashback que deposita el dinero que nos devuelven en una cuenta o plan de pensiones, pues este puede generar una rentabilidad por debajo de la inflación, perdiendo así toda la utilidad este plan de pensiones.
Sé cauteloso y analiza los productos financieros antes de usarlos. Algunos, como los de tarjetas de crédito, podrían terminar costándote más de lo que recuperas.
Recuerda siempre comparar precios y no dejarte llevar por la sensación de estar haciendo compras inteligentes. La mejor decisión financiera es investigar y comparar antes de gastar.