Desinflación: Qué es y cómo funciona

En los últimos años, el término inflación ha dominado el discurso económico, impactando directamente la capacidad adquisitiva de las familias mexicanas. La escalada de precios en bienes de consumo, energía y servicios ha sido un desafío constante que ha requerido una cuidadosa gestión financiera tanto a nivel personal como gubernamental.

No obstante, en el análisis económico reciente, ha emergido un concepto crucial que a menudo se confunde con otros: la desinflación. A diferencia de la inflación, que representa un aumento generalizado de precios, la desinflación es un indicador de que dicho aumento está desacelerándose. Comprender este fenómeno es esencial para interpretar las dinámicas actuales de la economía.

En este artículo, profundizaremos en el concepto de desinflación, su diferencia con la deflación y cuáles son sus implicaciones prácticas. También en cómo este proceso, impulsado por las políticas del Banco de México (Banxico), influye en el consumo, las estrategias de inversión y el panorama financiero del país.

¿Qué es la desinflación?

Si la inflación es el aumento continuo de los precios, la desinflación es cuando ese aumento se hace más lento. En pocas palabras, los precios siguen subiendo, pero a un ritmo menor.

Por ejemplo, si la canasta básica subió 8% el año pasado, pero este año solo subió 4%, estamos en un proceso de desinflación. Se dice que hay desinflación cuando la tasa de inflación baja, pero se mantiene por encima de cero.

Este es un fenómeno que México ha experimentado en años recientes, ya que las causas que llevaron a la alta inflación —como la pandemia, la disrupción en las cadenas de suministro o las tensiones geopolíticas— se han normalizado.

Diferencia entre desinflación y deflación

Es muy fácil confundir la desinflación con la deflación, pero son fenómenos muy distintos.

La deflación es la caída generalizada y sostenida de los precios, es decir, el valor de los bienes y servicios disminuye. Esto puede parecer bueno para tu bolsillo, ya que tu dinero rinde más, pero en realidad es un síntoma de una economía en apuros.

¿Por qué es peligrosa la deflación? A menudo desencadena un círculo vicioso conocido como “espiral deflacionaria”:

  • Ante la falta de demanda, las empresas bajan sus precios.
  • Con menores precios, las empresas ganan menos y reducen su producción.
  • Para recortar costos, despiden empleados.
  • Los desempleados, y también quienes temen perder su trabajo, reducen su consumo.
  • Al bajar el consumo, la demanda cae aún más, y el ciclo se repite.

Una vez que se entiende esto, la diferencia es clara: con la desinflación, los precios siguen subiendo (pero más lento); con la deflación, los precios bajan.

¿Bajan los precios con la desinflación?

Esta es una de las mayores confusiones. Si bien la inflación es menor, los precios no bajan. Por ejemplo, el precio de la tortilla, el aguacate o la gasolina no va a regresar a los niveles de hace dos o tres años. Simplemente, su aumento ya no es tan acelerado.

El Banco de México (Banxico) tiene como objetivo mantener la inflación cerca de su meta del 3% anual. Una inflación baja y estable es vista como un indicador de una economía saludable. Banxico busca evitar la inflación galopante, pero también la deflación, pues ambas pueden ser muy perjudiciales para la estabilidad económica del país.

¿Qué sectores se benefician más con la desinflación?

En una economía en desinflación, no todos los sectores se comportan de la misma manera. Goldman Sachs, por ejemplo, ha analizado este fenómeno y ha identificado qué industrias suelen tener un mejor desempeño.

Los datos indican que industrias como las de software, semiconductores, tecnología y equipamiento médico tienden a obtener mejores rendimientos. Esto se debe a que a menudo se perciben como bienes de mayor valor, no tan dependientes de la demanda inmediata.

En contraste, los sectores de bienes de consumo duraderos (como electrodomésticos, carros o muebles) y la maquinaria suelen tener un rendimiento más bajo, ya que los consumidores, aunque la inflación sea menor, todavía son cautelosos con los gastos grandes.

¿Acciones, bonos o un portafolio combinado?

Cuando la inflación se modera, los inversionistas ajustan sus estrategias. Datos históricos de Fidelity International muestran cómo se comportan diferentes activos en estos escenarios:

  • Acciones: Suelen tener un buen rendimiento cuando la inflación es alta y está bajando. Esto se debe a que los inversionistas ven una oportunidad de crecimiento en las empresas a medida que la economía se estabiliza.
  • Bonos: Suelen ser una opción más segura, y su rendimiento mejora a medida que la inflación se acerca a niveles bajos, ya que su valor se vuelve más atractivo.
  • Portafolio 60/40: Un portafolio que combina un 60% de acciones y un 40% de bonos se beneficia de ambos mundos, ofreciendo un equilibrio entre crecimiento y estabilidad. En general, se desempeñan bien en la desinflación.

La desinflación en la actualidad

En los últimos años las instituciones han tratado de crear un proceso de desinflación, haciendo así que los precios en México dejen de subir de forma tan virulenta. Si bien han tenido grandes éxitos, recientemente hemos visto nuevos repuntes.

El objetivo de Banxico es que la inflación se sitúe en el 3%, pero una serie de impedimentos han evitado que se alcance el objetivo de forma satisfactoria. De acuerdo con Banxico, algunos de los siguientes factores podrían ayudar a continuar con la desinflación hasta llegar al deseado 3%.

Entre estos elementos estarían la apreciación del peso mexicano, la bajada del ritmo de crecimiento económico, así como el optimismo económico de ciudadanos y empresas, ya que un mayor gasto, inversión y demanda ayudaría a reducir los precios.

Conclusión

La desinflación es un proceso positivo para la economía mexicana, ya que indica que la estabilidad de precios está volviendo poco a poco.

Es un fenómeno que debemos diferenciar claramente de la deflación, pues mientras la desinflación es la desaceleración del aumento de precios, la deflación es la caída de los mismos, y curiosamente la deflación puede tener efectos muy negativos para la economía.

Saber esto es clave para entender por qué los precios no bajan a pesar de que la inflación ya no es tan alta, y también para tomar decisiones informadas sobre tus finanzas personales o inversiones.

Escrito por:

Autor Fernando

Fernando

Financial Advisor y SEO Specialist en Finan.mx - Le encanta la economía, la sociología y en general comprender los pequeños engranajes que mueven el mundo.

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