En los últimos años, se ha generado y popularizado un debate acerca de la gentrificación en la Ciudad de México. En el debate, dos lados: los que se centran en las ventajas y consideran que no existe un problema grave, en el otro aquellos que consideran que la gentrificación y turistificación de CDMX están expulsando a los habitantes tradicionales.
Pero, ¿qué es realmente la gentrificación y cómo está afectando a CDMX? ¿En qué consiste la Ley de Turismo? ¿Va a solucionarse el problema con ella? ¿Cómo afecta esto a los inversionistas?
Tabla de contenidos
¿Qué es la gentrificación?
La gentrificación es un proceso de reestructuración social en los espacios urbanos. La gentrificación consiste en la transformación y apropiación de ciertas zonas de la ciudad por y para grupos sociales con una mayor capacidad económica.
Estas zonas gentrificadas se caracterizan por ser espacios tradicionalmente humildes, pero con cualidades que las hacen especialmente atractivas para los nuevos habitantes, de mayor poder adquisitivo. Estas cualidades son áreas verdes, elementos históricos, buena ubicación, equipamiento, infraestructura, etc.
Esto motiva a los inversionistas a utilizar su capital para mejorar las prestaciones de estas zonas, haciéndolas más apetecibles para esos grupos sociales de mayor poder adquisitivo y por tanto confiando conseguir muchos más beneficios que con los habitantes tradicionales.
Durante este proceso, los habitantes tradicionales, incapaces de seguir el ritmo de precios de esas zonas, se ven obligados a abandonar sus lugares de residencia históricos para emigrar a otras zonas no gentrificadas. En muchos casos, sus nuevos lugares de residencia presentan una mayor lejanía respecto a su puesto de trabajo, peores servicios, condiciones de vivienda, salubridad y seguridad.
¿Es lo mismo gentrificación que turistificación?
En el caso de la CDMX, es importante que comprendamos también qué es la turistificación, puesto que en algunos casos se confunden la gentrificación y la turistificación, procesos que no son lo mismo, aunque puedan estar relacionados.
Si cuando hablamos de gentrificación hablamos del desplazamiento de un grupo social (habitualmente trabajadores humildes) en favor de otro con mayor poder adquisitivo. En el caso de la turistificación, se desplaza a los residentes de un espacio para satisfacer las necesidades de los turistas.
Dos caras de la misma moneda
Gentrificación y turistificación no son excluyentes, pues una persona con un mayor poder adquisitivo puede permitirse seguir viviendo en zonas donde también abunda el turismo y los alojamientos turísticos, aunque también es posible que un mexicano con esa capacidad prefiera vivir en zonas con menos turismo. En la CDMX confluyen actualmente ambos factores: gentrificación y turistificación.
Actualmente, el término de gentrificación se está ampliando a ojos de algunos académicos para hacer referencia, simplemente, a procesos de desplazamiento social en los barrios, en favor de nuevos residentes, que a su vez afectan a las dinámicas de consumo y uso del espacio público en los barrios tradicionales.
¿En qué consiste la Ley de Turismo de CDMX?
Desde octubre y para frenar la gentrificación, los inmuebles de CDMX registrados en plataformas de alojamiento digitales, como AirBnb, solo podrán ser rentados durante seis meses al año.
Esta medida, que busca también acabar con la competencia desleal que dichos inmuebles ejercían contra los hoteles tradicionales, fue aprobada por 49 votos a favor, 6 en contra y 9 abstenciones, y suscitó un fuerte debate acerca de una posible vulneración del derecho a la propiedad privada y la posibilidad de que se fortalezca el mercado negro de alojamientos.
La normativa no prohíbe el alquiler turístico, sino que estas viviendas sean anunciadas en plataformas digitales, pero también impide el alquiler para hospedaje turístico eventual en aquellas viviendas reconstruidas tras el trágico sismo de 2017.
Esta medida afectaría a decenas de miles de alojamientos turísticos en CDMX, ya que solo en AirBnb (la plataforma líder) existen cerca de 30.000 alojamientos turísticos distintos en Ciudad de México.
¿Acabará la Ley de Turismo con la gentrificación?
Pese a que estamos hablando de un fenómeno tremendamente multifactorial y que está produciéndose en muchas de las grandes ciudades del planeta, cada una con sus propias particularidades, es difícil pensar que el fenómeno vaya a desaparecer, aunque pueda ralentizarse.
Esto se debe a que, para empezar, el proceso de gentrificación se encuentra ya realmente avanzado, y esta medida no va a revertirlo, sino a limitar el proceso de turistificación. El efecto que esta medida puede tener, en apariencia, es que ante una limitación a la oferta frente a cierto público (el turístico eventual), el precio de la vivienda se reduzca hasta un nivel más asequible para los ciudadanos tradicionales de CDMX.
Un proceso difícil de revertir
No obstante, el proceso de gentrificación ha avanzado y difícilmente todos los antiguos habitantes de estos barrios van a poder permitirse acceder a estas viviendas remodeladas, con lo que probablemente la turistificación daría paso a la gentrificación.
En la misma línea, puede que simplemente se penalice al modelo de AirBnb en favor de los hoteles tradicionales, que tendrán una mayor demanda y por tanto presumiblemente crearán una mayor oferta para responder a ello. Para situarnos, en 2023 visitaron CDMX 56.4 millones de personas, de las cuales 38.1 millones eran turistas. Cifras que hacen palidecer el sector terciario de muchas de las grandes ciudades del mundo.
¿Es buena idea invertir en turismo en la CDMX en estos momentos?
Ante el enorme volumen de turistas y nómadas digitales que residen casi permanentemente en CDMX, muchos de ellos procedentes de EEUU y con un teletrabajo que ofrece grandes salarios en comparación con los mexicanos, muchas personas han estado invirtiendo estos años en el sector inmobiliario y de la hostelería y obteniendo buenos beneficios de ello.
No parece probable que esta medida vaya a reducir o frenar el significativo número de nómadas digitales, que los expertos ya sitúan cerca de los 30.000. Puede parecer un número no muy impactante, pero las estimaciones cuando el número de nómadas digitales era cercano a 10.000 es que esos nómadas digitales supondrían ya cerca del 15% de ganancias relativas al turismo en CDMX, ya que entre otros motivos, pagan alquileres varias veces superiores a los habituales en CDMX, pero aun así competitivos respecto a sus ciudades de origen en EEUU.
En el otro lado de la balanza, la crispación de la población tradicional de CDMX ha ido en aumento, pues se están viendo empujados de sus lugares de residencia habituales y viendo cómo su cultura se convierte en una más acorde con los gustos de los extranjeros, como el famoso problema de la desaparición del picante en las salsas, así como de los negocios tradicionales en favor de boutiques y cafeterías orientadas a los gustos de los estadounidenses.
Por el momento, seguir invirtiendo tu capital en obtener beneficios de la afluencia de turistas y nómadas digitales en CDMX parece un buen negocio, pero te recomendamos que consideres que, si la tensión sigue creciendo, es posible que se impulsen nuevas regulaciones que impidan rentabilizar el capital de tu inversión. No parece un escenario cercano, pero desde luego tampoco uno imposible.